Nada más llegar a San Sebastián la playa de La Concha te invita a un baño o un agradable paseo por sus orillas, incluso en invierno. La elegancia de su bahía, enmarcada por el monte Igueldo y la isla de Santa Clara, es mundialmente reconocida. La ciudad cuenta con otras dos bellas playas urbanas: Si te gusta caminar, puedes comenzar tu paseo en la playa de la Zurriola, frecuentada por los amantes del surf, luego rodear el Monte Urgull por el Paseo Nuevo y cruzar después toda la bahía terminando en la playa de Ondarreta. Allí te espera el Peine del Viento, impresionante conjunto escultórico-monumental de Eduardo Chillida y Peña Gantxegi, que te hablará de la bravura del Cantábrico.
Si los escenarios naturales de San Sebastián son deliciosos, el buen gusto de sus gentes quiso que puentes, plazas, y edificios lo fueran aún más. Te sentirás inmerso en la Belle Epoque pasando delante del Teatro Victoria Eugenia, el Hotel Maria Cristina o el Balneario de La Perla.
Capital de cine y gastronomía
San Sebastián es una de las capitales gastronómicas del mundo por excelencia. Cualquier restaurante de cocina vasca hará las delicias de los paladares más exigentes, aunque si eres amante de la alta cocina, date un capricho y cena en cualquiera de los muchos establecimientos galardonados con estrellas Michelin.
La ciudad es además capital mundial del pintxo, en la llamada “Parte Vieja” cada barra es un tesoro.
La Gilda
Un palillo, una antxoa, una aceituna y una piparra ¡No hace falta más!
Donosti es, sin duda, la capital de los pintxos y la Gilda es el nombre de uno de los bocados más famosos que puedes degustar en esta ciudad.
La invención de este pintxo, en el bar Casa Vallés en 1946, coincidió en el tiempo con el Festival Internacional de Cine de San Sebastián que se celebra en la ciudad en un momento en el que la película Gilda, protagonizada por Rita Hayworth, fue un éxito de taquilla.
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Qué ver en San Sebastián
Da igual que la llames San Sebastián, Donosti o Donostia: la capital guipuzcoana es uno de los lugares imprescindibles que hay que ver en cualquier viaje a Euskadi. Y no sólo por sus famosos pintxos, sino porque la ciudad es una auténtica joya, que ofrece bastantes atractivos y es una capital cultural conocida en todo el mundo.
Por San Sebastián han pasado libertadores destruyendo todo lo que tenía valor; reinas buscando la salud de sus aguas; nobles y espías disfrutando de la Belle Époque o directores y actores pisando la alfombra roja.
Tienes que ir a San Sebastián al menos una vez en tu vida, si no, te arrepentirás para el final de tus días. Te darás cuenta, leyendo este precioso post, de la cantidad de cosas que hay que ver en Donosti. Además, entenderás que tendrás que volver. No te preocupes, nos pasa a todos que, aunque no quisieras ir en un principio.
Si estás buscando qué ver en San Sebastián, hoy te vamos a dar algunos de los lugares más visitados de Donosti MUY y otros datos que, seguro, te van a interesar.
San Sebastián y la Belle Époque
San Sebastián no sólo es el orgullo de Euskadi, sino una de las ciudades culturales más importantes que existen. No es raro escuchar que es probablemente la ciudad más bella del país. Este santuario, para mucha gente, encontró su apogeo en el siglo XIX, cuando se convirtió en lugar de baño y buena vida para monarcas y aristócratas.
La reina regente de España, María Cristina, viuda de Alfonso XII, pasó tres décadas en San Sebastián, alojándose en el hermoso Palacio de Miramar, frente a la playa de la Concha, que se convirtió en el sello de una moda que aún hoy se respira.
En aquella época, Donosti se cubrió de hermosos palacios, de ornamentos decimonónicos y se abrió a los lujos de la época pero sin perder el carácter amable y gentil de una ciudadanía que veía cómo su ciudad se engrandecía.
Hoy, San Sebastián no se conforma con tener una bonita trama urbana, también porque no le quita la vista al mar y la capacidad de mirar al norte del mundo.
Por derecho propio, Donosti es una ciudad innovadora y vanguardista, con el mayor número de Estrellas Michelin por metro cuadrado y una serie de monumentos que se pueden disfrutar con o sin grupo de amigos. También puede vivir una serie de magníficas experiencias que harán que su amor por esta ciudad alcance nuevas cotas.
Ya en su día, la cantidad de viajeros y los propios ciudadanos, provocaron todo lo esencial en una decoración, convirtiéndose en costumbre que las cortinas nunca se quiten o cambien de forma que destruyan ese legado.
La playa de la Concha
Esta es, sin duda, la playa urbana más bonita de España, y el lugar más emblemático de San Sebastián. Por ello, Donosti siempre ha acogido a todos los turistas de Europa, y del resto del planeta, para venir a disfrutarla en cualquier época del año.
Eso sí, si vas en verano, prepárate para darte un chapuzón fresquito en el Cantábrico, porque, incluso en agosto, la temperatura de sus aguas no sube tanto.
Otro plan muy chulo es coger un barco hasta la isla de Santa Clara, el islote que hay justo enfrente de la bahía de La Concha, donde podrás encontrar más intimidad y un mayor contacto con la naturaleza, que te pedirá que no la molestes de ninguna manera.
La Concha se ha ganado su lugar como icono y emblema cultural gracias a su alma marítima más pura y emblemática de Donostia. Tiene 1300 metros de arena virgen con el Palacio de Miramar y la Playa de Ondarreta en el horizonte.
Además, está rodeado por el paseo marítimo, el consistorio municipal o el propio puerto. Todo ello se caracteriza por su elegancia, medida en los blancos de la barandilla diseñada por Juan Rafael Alday y las más de 100 farolas que marcarán su camino.
Toda esta simbología son exponentes del modernismo y la belleza que a principios del siglo XX comenzó a dibujar una ciudad cuya fama ya traspasaba las fronteras españolas.
El paseo que puede realizar, ya sea por el suelo de piedra o por la arena de la playa, es absolutamente fabuloso, permitiéndole descubrir las formas de una ciudad que se mira cada día en el espejo que es el mar Cantábrico.
San Sebastián, una ciudad antigua
Antes de dejarnos llevar por la ciudad vieja que es San Sebastián, las tabernas, la buena cocina y los insustituibles pintxos, tenemos que hablar del alma vieja que vive entre esas calles únicas.
Donosti sabe lo especial que es el núcleo histórico que bendice la ciudad con un montón de recuerdos y otras formas de arte y cultura. Siendo el barrio más típico de la ciudad, la parte vieja tiene mucho que ofrecer.
Por ejemplo, una plaza como la de la Constitución con balcones numerados que le recordarán los tiempos en que se utilizaba como plaza de toros. Cada año se puede escuchar la mítica tamborrada de sus fiestas.
Este es, precisamente, uno de los puntos de encuentro favoritos de los donostiarras antes de salir en pandilla a por el buen vino y la alegría de hacer suyos los pintxos de la calle del 31 de agosto.
Para los amantes del arte, hay dos lugares religiosos imprescindibles que le permitirán entender un poco más a San Sebastián. En un extremo, la Catedral del Buen Pastor, de estilo neogótico y cuyas torres pueden verse desde cualquier punto de la ciudad.
Al otro, en el corazón de la ciudad vieja, la Basílica de Santa María del Coro, con una extraordinaria fachada barroca que ilumina la calle Mayor desde el siglo XVIII, aunque forma parte de un templo medieval anterior que fue remodelado.
No pierda más tiempo y vaya a San Sebastián a ver todo lo que ha leído aquí.