Tudela y la Ribera de Navarra!

NAVARRA

Al sur de Navarra, entre la abrumadora aridez de las Bardenas y el verde intenso de la huerta de la Ribera, se encuentra Tudela, la segunda ciudad en extensión e importancia del territorio foral de Navarra.

Tudela es un crisol de culturas, la musulmana, la judía y la cristiana y prueba de ello son   la catedral de Santa María, con su flamante Puerta del Juicio, construida hacia 1180 sobre los restos de una antigua mezquita o el típico entramado de callejuelas y edificaciones del barrio de la Judería. 

Hoy en día es una ciudad dotada de servicios en medio de campos de cultivo y zonas más áridas como el Parque de las Bardenas Reales, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Se trata de una gran extensión de arenisca que el viento y la lluvia van moldeando a su antojo, haciendo que cada visita sea singular.

La reina, la verdura

La verdura es tan importante que se le dedica toda una semana! 

La alcachofa de Tudela es una de las verduras más ensalzadas por los gastrónomos. Denominada la flor de la huerta por su característica forma, en Navarra se cultiva únicamente la variedad “Blanca de Tudela” y se distingue de otras por su forma más redondeada y por tener un orificio circular en la parte superior debido a que las brácteas u hojas no llegan a juntarse para cerrar la cabezuela.

Pero Tudela y la ribera navarra tiene además cogollos, espárragos o tomates que estarían huérfanos sin el apellido “de Tudela”. Sin olvidar la borraja, las cebollas, el cardo, las habas, los guisantes o el arroz cultivado mayoritariamente en Arguedas. Todas ellas, por separado o juntas en el plato más conocido, la menestra, que no puedes perderte si visitas esta zona.

Qué ver en Tudela

Esta bella ciudad es conocida como el centro económico de la ribera navarra. Su nombre procede de la palabra romana “Tutela” y hay constancia de que su territorio ha estado habitado desde el Paleolítico inferior y, de forma ininterrumpida, desde la Edad de Hierro.

El territorio de Tudela tiene historia celta, celtíbera, romana, visigoda, musulmana y cristiana; una riqueza cultural que hace muy difícil decidir qué ver en Tudela. Por eso hoy es una de las ciudades más visitadas, no sólo de España, sino de toda Europa y del mundo.

Además de todos los lugares que vas a conocer en tu visita a Tudela, también podrás disfrutar de este destino gracias a su gastronomía. Una gastronomía de primer nivel, con las verduras como auténticas protagonistas de sus platos.

Podrás degustar los maravillosos espárragos de Navarra, los pimientos rojos del piquillo y, por supuesto, los cogollos de lechuga de Tudela, que son un auténtico manjar para mucha gente. También debes saber que todos los años organizan unas jornadas de degustación de verduras. Si tu visita coincide con estos días, puedes encontrar la ciudad con muchos más visitantes.

Todo ello merece la pena, porque podrá degustar excelentes tapas de verduras en casi todos los bares y restaurantes de la ciudad.

El Museo y el puente medieval de Tudela

Situado junto a la Catedral de Santa María, en el centro histórico, se encuentra el principal museo que se puede ver en Tudela. Se encuentra en el fabuloso edificio del Palacio Decanal, cuyo origen se remonta al siglo XV, y en el claustro románico de la Catedral.

En su interior se pueden ver importantes obras de arte de la ciudad de Tudela, desde fabulosas pinturas, una de ellas atribuida al Bosco, e incluso hay una colección de restos arqueológicos de la antigüedad.

El Palacio Decanal fue la residencia de la principal autoridad religiosa de la ciudad, aunque durante la Edad Media también sirvió de alojamiento a numerosos reyes y personalidades ilustres, incluido algún que otro papa.

En cuanto al puente sobre el río Ebro, es lo primero que te encontrarás en tu visita a Tudela.

Se cree que fue construido en la Edad Media, durante el gobierno de Sancho VII “El Fuerte”, entre los siglos XII y XIII, durante la ocupación musulmana.

Tiene 17 arcos y 360 metros de longitud, siendo un elemento clave en el desarrollo económico de Tudela, una ciudad en la que, como en Toledo, convivieron durante siglos cristianos, árabes y judíos.

El puente ha sufrido numerosos cambios y restauraciones a lo largo de los siglos, pero siempre ha permanecido estrechamente ligado a la historia de la ciudad.

Es uno de los monumentos más importantes que ver en Tudela y el lugar más emblemático de la capital de la Ribera. Este puente es también uno de los mejores lugares desde donde ver la silueta de Tudela, donde destacan las torres y los principales edificios medievales que se forjan en una sombra que te hará retroceder en el tiempo.

Las Bardenas Reales de Tudela

Encontrarse con un desierto a 70 kilómetros de los Pirineos es algo que sorprende a la mayoría de la gente por la rareza geográfica y el impresionante entorno. Cuesta creer que un lugar así esté al lado de Tudela, pero así es.

Aunque hay algo muy crítico que debes saber: el paisaje y las formaciones geológicas son parte esencial del Parque Natural y, como visitantes, no debes subir a las laderas y cimas de las formaciones, porque puedes degradarlas.

Estamos hablando de un ecosistema extremadamente frágil que debes cuidar si vas a visitarlo.

Dicho esto, las Bardenas Reales son un parque natural de paisajes semidesérticos, con una extensión de 42.000 hectáreas. Estas formaciones rocosas son el resultado de varios fenómenos naturales: el contraste de temperaturas a lo largo del año y la erosión del fuerte viento que sopla en la zona.

Las Bardenas Blancas reciben su nombre por el color blanquecino de su superficie, que es consecuencia directa de la acumulación de sal que se producía hace unos siglos en esa zona había un mar interior.

Estas curiosas formaciones rocosas están formadas por arcillas y arenas. De hecho, podrás apreciar en ellas los diferentes colores debido a los minerales que forman sus estratos.

Su nombre, Bardenas Reales, se debe a que en la Edad Media eran propiedad de los Reyes de Navarra. Hoy en día, son Parque Natural y Reserva de la Biosfera, por lo que hay que remarcar el hecho de que habrá que ser lo más respetuoso posible.

La Catedral de Tudela

Junto al Palacio Decanal, en la Plaza Vieja, se encuentra uno de los lugares más importantes que ver en la capital navarra: la Catedral de Tudela.

Este lugar fue inicialmente la Mezquita Mayor, construida en el siglo IX, luego pasó a ser la primitiva Colegiata de Santa María la Blanca y más tarde, en 1783, se convirtió en la Catedral que verá hoy.

La entrada principal de la Catedral se llama “Portal del Juicio” y en su interior podrás visitar el coro, el sepulcro del Canciller Villaespesa, la capilla de San Pedro y el retablo de San Martín. También se pueden ver arquitecturas del siglo XVII como la Sacristía y la Sala Capitular y las capillas construidas en el siglo XVIII.

Hay otras dos puertas, como la entrada norte o de Santa María y la entrada sur o de la Virgen. En ambas se pueden apreciar pinturas del antiguo y del nuevo testamento.